lunes, 5 de mayo de 2008

5 de mayo.El parapeto de la prensa.


La Asociación de la Prensa de Madrid y el decano del Colegio de Periodistas de Cataluña informan, en una nota, de las quejas de los directores de diarios nacionales. Los responsables de “El País”, “El Mundo”, “ABC”, “Público”, “La Razón”, “La Vanguardia” y “El Periódico de Cataluña”, lamentan las “crecientes dificultades” para conseguir “una información satisfactoria y suficiente”. La nota señala que “el ejercicio del periodismo pasa por dificultades que deterioran la calidad de la democracia y perjudica a los ciudadanos, que no reciben una información satisfactoria suficiente”.

Las quejas no son nuevas. Yo diría que son parte de las circunstancias en las que se desarrolla el periodismo en este Estado. Los medios de prensa aseguran que “los personajes públicos, de la política y de otros ámbitos, evitan cada vez más someterse al procedimiento clásico de conferencias de prensa, con turnos de preguntas por parte de los periodistas que representan a los medios informativos acreditados”. Cada vez son más frecuentes las “declaraciones institucionales, sin más explicaciones públicas adicionales”.

Este hecho se ha reproducido especialmente en la reciente campaña electoral, ya que "los principales candidatos rehuyeron las conferencias de prensa, y optaron por prefabricar titulares e información, especialmente para los medios audiovisuales". Cierto, aunque no pocos medios prefieren seguir publicando lo que se les da prefabricado que indagar por ellos mismos una información que requiere tiempo y dinero. Cuando se trata de elaborar una noticia desde diversas fuentes, contrastarla y desechar puntos tal vez más atractivos, pero objetivamente, menos consistentes, no siempre se elige lo mejor. Porque no siempre lo más llamativo es lo más periodístico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto, ya no hacen ruedas de prensa, y mucho menos "improvisadas" como sucedía a menudo durante la transcición. Ahora impera el tono instituicional y policial de J. A. Alonso. Recuerdo que a Martin Villa Y Agustín Rodriguez Sahagún, asi como Ruiz Gallardon (Padre) Herrero de Miñon, y Pablo Castellanos entre otros, era frecuente "pillarles" en casa Manolo, Edelwaiss, o el euskal etxea de la calle jovellanos. Entre cañas y pinchos la conversación surgía distendida y amable con los periodistas, y en presencia de los vecinos. La cafeteria del Hotel Suecia -en cambio,- era el feudo intrigante de los guerristas.
chiflos.