lunes, 24 de noviembre de 2008

Gitanos retan a guardia civiles en un partido de fútbol.

Jugadores del equipo de los gitanos posan para la foto mientras esperan a sus rivales, los guardia civiles. Foto de Juan A. Riera

“La Asociación Cultural Flamenca de Ibiza –anunciaba la semana pasada Guardiaciviles.com– organiza para este sábado (se refiere al pasado día 22 de noviembre) un partido de fútbol de tópicos y para romper tópicos que enfrentará a gitanos y guardias civiles en el campo de deportes de Can Cantó de Vila”. Marcial Rodríguez, guitarrista y representante de la asociación, explicaba en este portal de Internet que, con este encuentro, que comenzaría a las tres de la tarde, se pretendía “apostar por la integración y por la amistad con una nota de humor, y romper el tópico del enfrentamiento entre los gitanos y los agentes de la Guardia Civil, porque los vaciles ya no son como antes”.

La entrada costaría un mínimo de dos euros, aunque se admitirían donaciones. Y, con el dinero recaudado, se pondrían en marcha distintas actividades en la prisión de Eivissa. “Es algo novedoso, porque ya no se hacen estas cosas y queremos que se vea como un gesto de amistad”, destacaba Marcial. La iniciativa había nacido de un documental que la Asociación estaba grabando sobre la integración social de los gitanos ibicencos, e intentaba romper la imagen negativa que muchas personas mantienen sobre la misma. “Estábamos tocando de noche, en la calle, y vinieron unos guardias civiles a decirnos que paráramos. Charlamos un rato y dijimos que esto había que arreglarlo jugando al fútbol. Algunos de los agentes vienen a las clases de guitarra flamenca de la asociación”. La asociación incluso buscó a un fiscal o un abogado para que hiciera el papel de árbitro.

El encuentro prometía e iba a servir para confraternizar con la comunidad gitana que vive en Eivissa. Se había previsto casi todo, pero, llegado el momento, falló lo más importante. “¿Dónde están los picoletos?” se preguntaban algunos. “Será que nos tienen miedo a los gitanos”, contestaba otro, con humor. “Como siempre, la Guardia Civil llega tarde”, comentaba Luis. Sólo un agente del Cuerpo se presentó al encuentro y trató de disculpar la ausencia de sus compañeros, amparándose en supuestos motivos laborales. Un agente que sí estaba dispuesto a jugar. Además, había traído camisetas de la Guardia Civil que impartió entre los jugadores de su escuadra y se colocó en el centro de la defensa. Los gitanos se pusieron las camisetas y se distribuyeron por equipos. “Se van a enterar estos guardias civiles”, comentó Sebastián Muñoz, el Gato, patriarca de los gitanos ibicencos, nacido en Baza.

Una importante representación de los más de 2.000 gitanos que viven en la isla esperaron pacientemente durante una hora a que aparecieran sus contrincantes. Tenían preparada una alineación para hacer frente a los guardia civiles, pero, al final tuvieron que jugar un partido de ocho gitanos contra ocho en los que sólo había un participante de la Guardia Civil. Y se inició el encuentro en el que la mayoría de goles fueron marcados contra el equipo que llevaba el uniforme de la Benemérita, integrado por los mismos gitanos menos uno que era verde de pura cepa. Tampoco hubo árbitro ni falta que hacía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante cronica, que pone de manifiesto las dificultades y reticencias que tiene la guardia "civil" para integrarse en la sociedad "civil." Al menos hubo un agente que mostró con su participación una actitud "civil"-izada. Esperemos que no sea expedientado por la institución cavernicola a la que pertenece. chiflos.

Anónimo dijo...

Sólo faltaría eso, que el único guardia que confraterniza con los gitanos fuera expedientado por la Casa cuartel por confraternizar con los calés, distribuir entre ellos el uniforme interior de la Benemérita u otras chorradas inventadas por el Cuerpo.

Santiago Miró