domingo, 15 de noviembre de 2009

Alcorconazo y desplantes a gogó.


El pasado 27 de octubre, Alcorcón, un equipo de Segunda B, salió al estadio Santo Domingo a divertirse, pese a que su contrincante era el Real Madrid, equipo de Primera, dispuesto a ganar este año la Copa del Rey y a comerse a todo equipo que osara enfrentarse. Lejos de atemorizarse, los jugadores del Alcorcón afrontaron el partido, convencidos de que pasarían la eliminatoria. Y no solo impidieron que el Madrid se impusiera sobre ellos sino que, a los pocos minutos, consiguieron el primer tanto. Para los chicos de la Agrupación Deportiva la visita del Madrid fue un verdadero regalo. Pese a la presencia de Kaká, de Guti, de Granero o Van der Vaart, el Alcorcón jugó mejor y salió vencedor con el resultado de 4-0. El Madrid, herido en su orgullo, recibía una de las goleadas más bochornosas de su historia. Por primera vez, un equipo sencillo y sin estrella alguna, humillaba a otro que se había gastado 250 millones de euros en fichajes internacionales y contaba con un presupuesto de 400 millones. Jorge Valdano, su Director General, fue el primero en felicitar al contrincante: “Debemos saber perder y reconocer que el Alcorcón fue mejor que nosotros. Hay que darles la enhorabuena, pero intentaremos remontar la eliminatoria en el Bernabéu. Esta ha sido una noche difícil. Sé cómo se puede sentir el madridismo al que pedimos perdón. De todas formas, creo que muchas veces de estos golpes uno debe sacar lecciones de humildad. Vamos a estar unidos y profesionalmente fortalecidos”. El presidente, Florentino Pérez, dijo: “La derrota ha sido humillante. Hay que mantener la tranquilidad. La historia del Madrid está por encima de un partido concreto. No se puede exagerar y crear convulsiones. Hay que tener calma, dar tiempo al equipo, que es nuevo, para que se acople y seguro que llegan los buenos resultados. El Real Madrid es una institución tan grande que todo no puede condicionarse, por muy humillante que sea, a un resultado como el de ayer”.


Florentino Pérez.


Dos semanas más tarde, el martes, 10 de noviembre, dentro del modesto club del Alcorcón, todos tenían claro el plan a seguir. Juan Antonio Anquela, el preparador, tratando de restar presión a sus futbolistas durante las últimas horas, advertía: “Los jugadores son conscientes de que nuestras opciones pasan por salir vivos de ese tramo del partido. La única clave es aguantar los 90 minutos”. Llegado el momento, los 80.000 aficionados que llenaban el estadio esperaban que el Madrid demostrase que sabía superar los cuatro goles que el Alarcón les llevaba de ventaja. Pero los jugadores galácticos no fueron capaces de marcar más que un solitario gol, en la segunda parte. Y el Alarcón, un equipo de Segunda B, lograba desplazar al Madrid en la Copa del Rey.


Los jugadores de Alcorcón celebrando su hazaña.


Caer por un gol ante el Real Madrid era para sentirse orgullosos. Y los alcorconeros, bien que lo estaban. El Madrid ni había comprendido el partido de la ida ni procesado el de la vuelta. El público entendió que tiraba la toalla antes de tiempo y pidió a gritos la dimisión del técnico chileno, Pellegrini, a la vez que coreaba a Guti que no había sido convocado. Los olés a los toques finales del Alcorcón fueron históricos. El Real Madrid caía eliminado ante el Alcorcón. Era la quinta humillación que sufría el conjunto madridista en la Copa del Rey.


Manuel Peregrini, cabizbajo tras la derrota.


Al día siguiente, miércoles, los jugadores del Real Madrid regresaron a los entrenamientos en una sesión en la que el silencio y las caras largas fueron la tónica dominante. Manuel Pellegrini saltó al césped de Valdebebas seguido de sus cabizbajos jugadores que iniciaron una breve carrera. Luego, tocaba dar la cara ante los medios y explicar el por qué de aquella humillante derrota. Iker Casillas reconoció que la derrota ante el Alcorcón era “culpa de los jugadores”. Y aseguró que la eliminación “serviría para hacer un guión de Steven Spielberg”. Casillas tuvo palabras de reconocimiento para Juanma, su homónimo del Alcorcón, de quien aseguraba que “estuvo muy bien en los dos partidos, tanto en la ida como en la vuelta y quiero felicitarle tanto a él como al Alcorcón y a su ciudad. Tienen que estar muy contentos”. Quiso buscar una explicación para la eliminación copera y dijo que “en la vida, suele haber accidentes importantes y la ida fue un accidente y grave”, en referencia al 4-0 en Alcorcón. “Ayer volvimos a tener un nuevo accidente, quizás no tan grave como el primero, pero, evidentemente, otro accidente”.


Raúl, desesperado.


Por su parte, Raúl declaró haber sentido “mucha impotencia” durante el partido. “Imagínate la noche que hemos pasado. No estamos para fiestas”. El delantero salió en defensa del entrenador. “Seguimos teniendo fe en Pellegini, en su trabajo, y le veo cualificado para sacar adelante las cosas”. El capitán blanco prefirió mirar “hacia delante” porque “aún quedan dos títulos, la Liga y la Champions”. El chileno también habló sobre las presiones de toda índole que soportaban los inquilinos del banquillo: “Es fortísimo –dijo en conversación con varios miembros de la Fundación País Digital, una organización empresarial chilena que visitaba a su compatriota entrenador, días después de la humillación sufrida en el partido de ida de Alcorcón–. Si te afecta, estás totalmente liquidado porque, además, cada vez que hay una situación difícil, como la que vivimos nosotros la semana pasada, soy yo el encargado de levantarles el ánimo a todos los que están bajoneados. El papel mío es justamente intentar levantar estados anímicos. Si yo me caigo y me siento atacado o me siento destruido, es imposible”.


Miles de vecinos de Alcorcón corean a sus héroes por las calles de la ciudad. Foto Ángel Martínez.


Ese mismo día, por la tarde, miles de alcorconeros aclamaron la gesta de sus jugadores. “Es increíble la que hemos liado”, comentó el delantero Borja al bajar del autobús. Llevaban las bufandas amarillas y la banda de música les acompañó hasta el balcón del Ayuntamiento. “¿Quién nos iba a decir algún día que el Alcorcón eliminaría al Madrid?”, comentaban algunos. “No estamos acostumbrados a todo esto –reconoció Juanma, portero del Alcorcón– y la verdad es que estamos sobrepasados por el éxito”. Juanma, que año pasado estaba en paro, reconocía que, en Primera división, los futbolistas eran iconos y eso les descentraba. “No prestas la atención que el fútbol se merece. Igual ellos llegaron aquí sin saberse si quiera nuestros nombres ni quienes éramos. Y, al final, si se menosprecia al rival, pasa lo que pasa”. El alcalde les reconoció el favor que le habían hecho a la ciudad. Los 180.000 habitantes celebraron la hazaña de haber derrotado al Madrid, una institución con un eco universal que financiaba a varios de los mejores futbolistas del planeta. En la recepción, se regaló un reloj conmemorativo a cada uno de los héroes. “Aunque hubiésemos perdido –comentó Jacinto Lobo con Anguela, el entrenador y Nicolás Rodríguez, el director deportivo– se iba a hacer igual”. Desde ahora, el 10 de noviembre será fiesta en Alcorcón.


Viva polémica el mismo jueves en la Comunidad Valenciana entre Angel Luna, portavoz socialista, y el president de la Generalitat, Francisco Camps. Luna le pronostica que, en el PP, “a las primeras de cambio, se desharán” de Camps porque “en la balanza electoral da más pérdidas que beneficios”. Es entonces cuando el jefe del Consell, del PP, increpa al portavoz socialista en Les Corts que “le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta”. Las agencias informativas resumen piadosamente que Camps le acusa de desear su muerte. “Pero no es cierto –dice Iñaki Gabilondo–, ha sido más. Le acusa de desear matarle con la terminología más guerra civilista, de paseíllos en la noche… Es la ovación cerrada con la que su grupo recibió el exabrupto. Una ovación bochornosa, como aquella que saludó en el congreso el apoyo a la guerra de Irak. Y que nos mostró el peor PP, ese que siempre nos resistimos a creer que aún exista”. La frase de Camps es arropada por los aplausos del PP. Casi diez horas después, probablemente por consejo de Génova, Camps rectifica a su manera. “Me gustaría pedir disculpas, si he herido la sensibilidad de alguien por la frase que esta mañana, en el calor del debate parlamentario, pueda haber dicho. De igual manera, añade enseguida, me encantaría que los socialistas pidiesen perdón públicamente por la cantidad de insultos y de infamias que han proferido sobre mi persona”. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, señala que el president de la Generalitat de Valencia, Francisco Camps, ya “había perdido la razón y las razones” para seguir al frente del Ejecutivo valenciano pero además “ha perdido el juicio” y se ha “pasado de la raya” con sus declaraciones en la sesión de control en las Corts Valencianes. En un comunicado, el PSOE considera “inaceptables e intolerables” esas acusaciones y pide al líder del PP, Mariano Rajoy, que condene esa conducta. Pero Mariano Rajoy, hasta el momento, ha guardado un prudente y sospechoso silencio sobre el caso.

“¿Cuántas veces al día hay que mirar la hora –se pregunta Juan José Milllás en el artículo tutilado “las cacas de Jaume Matas– para amortizar un reloj de más de doce mil euros? ¿Cuántas veces a la semana hay que limpiarse la suela de los zapatos para rentabilizar un felpudo de 800 euros? ¿Cuántas horas al mes hay que pasarse frente a la tele para que resulte rentable la compra de un aparato de dos millones de pesetas? Podríamos prolongar esta cadena de interrogaciones si pensamos que Jaume Matas, además de relojes caros, televisores de lujo y felpudos aparatosos, tenía (y tiene presumiblemente) un verdadero almacén de bolsos de marca, una auténtica bodegas de vinos exquisitos y unas cortinas cuyos flecos costaban lo que a usted le cuesta la hipoteca de su piso”. Matas aseguraba en una entrevista a “El Mundo” publicada a principios de septiembre: “No me he enriquecido con la gestión política, ni tengo un piso en Nueva York ni soy cocainómano”.



Francisco José Sánchez, profesor de Lengua Española de la Universidad de Granada, analiza 2.557 titulares con citas textuales de políticos de los diarios ABC, El Mundo, El País, Diario 16, La Razón, Ya y La Vanguardia, relacionados con todos los debates del estado de la nación celebrados entre 1983 y 2007. Y detecta que el 88% de ellos presentan algún tipo de manipulación. “Sólo el 12% son fieles a las declaraciones originales”, señala a “Público” el investigador. Sánchez sostiene que “los titulares ocultan más información de la que parece” y que no sólo se retocan “por cuestiones de espacio o por pulir un discurso político”, sino para “tergiversar la información y persuadir al lector mediante retóricas argumentativas, léxicas y sintácticas, como metáforas o falacias”. El profesor llega aún más lejos: “Hay titulares con un contenido ideológico implícito que podría ser constitutivo casi de delito”.



La polémica viñeta por la que el propio Rupert Murdoch tuvo que pedir perdón sigue perturbando la paz de “The New York Post”. Sandra Guzman, ex directora de ese diario, demandó a la cabecera y al grupo que lo controla, News Corporation, del magnate australiano. Sandra, negra y portorriqueña, fue despedida en septiembre por acusar de racista y sexista al periódico. Sus quejas llegaron a raíz de un dibujo publicado el 12 de febrero pasado, en el que aparecían dos policías que habían disparado a un chimpancé. El pie de foto rezaba: “Tendrán que encontrar a alguien para que escriba la próxima ley de estímulo”. La viñeta parecía referirse a Barack Obama, que acababa de firmar una norma en ese sentido.


Tal fue el revuelo que Rupert Murdoch se vio obligado a dar explicaciones a sus lectores. El dueño de News Corporation se disculpó entonces: “Como presidente del 'New York Post', soy responsable último de lo que se imprime en sus páginas. La semana pasada cometimos un error. Publicamos una viñeta que ofendió a mucha gente. Hoy quiero pedir disculpas personalmente a todos los lectores que se sintieron ofendidos e, incluso, insultados”.



Finalmente, entre los desplantes presidenciales, el vacile de Sarkozy en el facebook que asegura haber estado el 9 de noviembre de 1989 en la ciudad alemana de Berlín, derribando el muro. Algunos medios galos, como “Liberation”, le ridiculizan a base de fotomontajes elaborados por los lectores franceses y le colocan en la final del Mundial de Fútbol de 1998, cuando Francia se impuso a Brasil, en la firma del tratado de paz de la Segunda Guerra Mudial, parando los tanques en Tiananmen, en el momento en que el hombre pisó la Luna, como voyerista ante el famoso beso del Hotel de la Villa, como testigo directo del asesinato de Lee Harvey Oswald, presunto asesino a su vez de JFK, quien fuera presidente de los Estados Unidos, en un cuadro de la toma de la Bastilla o en el origen del mundo. Busque al omnipresente presidente en las siguientes fotos. Sarlozy estaba siempre allí. Eh aquí las pruebas…










Y ya puestos a reírnos del chiste galo, riámonos a gusto con los siguientes españoles de Territorio Vergara y de Manel Fontdevila.





Y terminamos con el habitual Pep Roig: Pegas políticas, No pasa nada, Política del bolsillo…lleno, Política made in Spain, Ammménnn, y Pobres de convenciencia.








De postre, cuatro vídeos. En el primero, la histórica humillación del Real Madrid.

En el segundo, Camps pierde sus papeles

“Dieciséis momentos”, de Hill Hoffman, es una celebración de la vida, inspirada por el libro Sum, de David Eagleman.

Por último, el humor del que está en el paro. Un negrito simpaticón que podría ser cualquiera de nosotros en el momento de la primera entrevista con su futuro jefe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las grandes empresas generan intencionadamente sus perdidas. Mantenerse con regularidad en estado de "emergencia permanente" genera un colapso. Por esto, la perdida calculada posibilita la reconstrucción especulativa y el repunte alzista de las expectativas, considerando además que -en este caso- la infraestructura se mantiene intacta. Así debió hacer el Madrid el otro día ante Alcorcón. Acudió en cuatro ocasiones al caballo del picador, pero no ha terminado la faena.
chiflos.