viernes, 6 de noviembre de 2009

El otro muro de la vergüenza.





Dos décadas después de la caída del muro de Berlín, el mundo sigue con otro muro que dividen no sólo a países, sino a pueblos y familias del mismo territorio. Nos referimos al muro que separa Israel de Palestina. Se inició en el 2002 por diversas razones consideradas razonables para los primeros; pero incomprensibles para los segundos. El muro aún no está finalizado, pero, cuando lo esté, aproximadamente el 10% del territorio cisjordano quedará en el lado israelí y será aislado del resto de Cisjordania. Ha sido construido por el Gobierno de Israel y se extiende aproximadamente en un 20% a lo largo de la Línea Verde y el 80% restante en territorio cisjordano, adentrándose en el mismo hasta 22 kilómetros en algunos lugares, con el fin de incluir asentamientos israelíes densamente poblados.

En mayo de 2008, el 57% de los 721 kilómetros del proyecto de se encontraban ya construidos. El muro, de hormigón prefabricado, tiene hasta siete metros de altura y está creado con módulos individuales dispuestos uno al lado del otro, e intercalados cada cierto intervalo con torretas para el control militar.

Los israelíes hablan de seguridad, de control de la inmigración, de combatir la violencia... Pero, para los palestinos, el resultado es desastroso e inhumano y no ha traído más que aislamiento. Así lo manifiestan diversos colectivos ligados al mundo del arte. Numerosos graffiti en el muro se han convertido en una de las más conocidas formas de protesta contra su construcción. Grandes áreas contienen mensajes en diferentes idiomas dejados por activistas y visitantes. Un grupo de palestinos e israelíes crearon “Artistas sin barreras” para protestar mediante el arte y la no-violencia contra la construcción del muro. La BBC ha elaborado este reportaje que hoy ofrecemos.

2 comentarios:

Leila Nachawati Rego dijo...

Desde luego que da vergüenza este muro, que se construye mientras todo el mundo mira para otro lado. Dudo también de que fomente la seguridad de los israelíes. La verdadera seguridad va a asociada a la paz, y no hay paz sin justicia.

Muchas gracias por difundirlo.

Leila

Anónimo dijo...

Tu última frase, Leila, de catorce palabras -la verdadera seguridad va asociada a la paz, y no hay paz sin justicia-, es todo un dogma científico, ignorado y ninguneado por los dogmáticos religiosos. Un abrazo

Santiago