viernes, 2 de septiembre de 2011

Un cura, ebrio, arrolla varios vehículos y se da a la fuga.


Recorrido del cura en coche.


Don Juan, el cura de la iglesia de Santa María de Jesús, de Patraix, salió a cenar con sus feligreses y, a su vuelta, en su BMW Compact, arrolló hasta once vehículos estacionados, dos coches y nueve motos, dándose a la fuga, pero acabó estrellándose contra un semáforo. Algunos vecinos que estaban sentados en la terraza de un bar cercano, presenciaron el acto temerario y salieron corriendo tras él hasta que consiguieron atraparlo. En las pruebas de alcoholemia, el religioso dio positivo, duplicando la tasa de alcohol permitida.

Según informa el diario “Levante”, el párroco, de 50 años, había celebrado un par de horas antes una misa. Según el mismo diario, el cura, de unos 50 años, alardeó ante los agentes de influencias y amigos en las altas esferas políticas. Sucedió a la altura de la calle Cuenca, de Valencia, y se llevó por delante los vehículos que estaban estacionados en dicha vía, así como mesas y sillas de la terraza de un bar. Pero, en vez de parar y dar una explicación de lo ocurrido, siguió circulando unos cien metros, hasta que chocó con una farola y el bordillo. Agentes de Policía local del distrito de Patraitx detuvieron al párroco por conducir ebrio y poner en riesgo la vida de otras personas. En efecto, las pruebas indicaban que el alcohol ingerido por dicho párroco –J. M. M. A.– duplicaban la tasa permitida de alcohol, aunque, por unas décimas, no llegaba a ser considerado un delito, por lo que le dejaron en libertad a la espera de ser citado ante el juez.

El incidente se produjo a las 21.45 horas del lunes. Algunos clientes, que tuvieron que saltar para evitar ser arrollados, salieron tras el conductor, que se daba a la fuga. Pero, posteriormente, fue alcanzado por las personas a las que, segundos antes, casi atropellaba. El conductor se identificó a los agentes como “el párroco de Patraix”. Más tarde, dijo no recordar ningún accidente y que iba a denunciar a las personas que lo habían sacado de su coche por la fuerza ya que le habían causado lesiones en el brazo. Una vez en el local de la Policía, telefoneó al concejal de Seguridad Ciudadana de Valencia para contarle lo ocurrido y solicitar su ayuda. Según fuentes conocedoras del caso, el propio concejal devolvió posteriormente la llamada y dio instrucciones a sus agentes de que se trataran al detenido con toda la delicadeza posible. Finalmente, fue puesto en libertad, a la espera de ser citado ante el juez.

Durante el tiempo que permaneció detenido el cura realizó diversos comentarios relacionados con el Opus Dei y sus influencias y dijo que a él “Dios se lo perdonaba todo”, según apuntan las fuentes de “Levante”. Al día siguiente, M. M. M. A. volvió a celebrar la Eucaristía en su parroquia y declaró a la prensa que no circulaba ebrio y que todo se debió al pinchazo de una rueda del coche. Algunas feligresas que habían presenciado el accidente, explicaron que esa tarde hablaba de forma entrecortada y con síntomas de no estar muy sereno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La información en si, supone un hecho frecuente. Es la connotación "cura" el elemento que la transustancia en noticia, otorgándole cierto grado de interés, especialmente para dos tipos de personas. Los que tienen fe, y los que la perdieron. A los primeros les indigna y disimulan. A los segundos no tanto, y sin disimulos.

chiflos.