domingo, 15 de enero de 2012

Jaume Matas: del sillón de honorable al banquillo de los acusados.

(Fotomontaje de Pep Roig)


Jaume Matas, expresidente del Govern balear, se sentó esta semana por primera vez en el banquillo de los acusados, por el caso “Palma Arena”, y contestó a las preguntas del fiscal por presuntos de delitos de corrupción. De esta forma se abría la megacausa del ex honorable, por la que se juega, en este primer juicio, una condena de ocho años y medio de cárcel por supuestos pagos fraudulentos con fondos públicos por valor de 483.186 euros al periodista que le escribía sus discursos y luego los ensalzaba en la prensa. El exlíder del PP balear y exministro de Medio Ambiente será igualmente juzgado por presuntos delitos de malversación, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción le reclama la misma pena que la Abogacía de la Comunidad Autónoma. Mientras esto ocurre en Mallorca, otro ex presidente autonómico del PP, se enfrenta en Valencia a otro juicio por corrupción. Francisco Camps se sentó en el banquillo por quinta semana consecutiva, por el denominado caso de los trajes, una causa estrechamente vinculada al escándalo de la trama Gürtel. Los dos exmandatarios fueron presentados por la dirección del PP como paradigmas de la honestidad y el buen hacer político. Rajoy puso la mano en el fuego por Camps hasta que, por cálculos electorales, jugó a distanciarse de él. A Matas, el hoy presidente del Gobierno le dedicó, en 2004, estas palabras elogiosas: “Lo que tú haces en Baleares, lo haremos en toda España”. Hasta que, más adelante, cuando el caso Palma-Arena ya era políticamente incontrolable, se apartó también de él. Hay una cuarta coincidencia: con ambas administraciones, Urdangarin se movió como pez en el agua. Pero: ¿se trata de simples y ocasionales coincidencias?




El tribunal, presidido por Margarita Beltrán, afronta la supuesta contratación irregular y pago de subvenciones del Govern Balear bajo la presidencia de Jaume Matas –un total de 483.186 euros– a Antonio Alemany, expresidente del Partido Demócrata Cristiano balear durante la transición y director durante los últimos años de diversos medios como Diario de Barcelona, Diario de Mallorca, el semanario Opinión, El Día de Balears y columnista y editorialista de El Mundo/El Día de Baleares. Matas, ex ministro de Medio Ambiente en el Gobierno de José María Aznar, del 2000 al 2003, y compañero de Mariano Rajoy durante su época en el ministerio del Interior y de Presidencia, no dejó de tener nunca el apoyo de éste ni de recibir públicamente sus alabanzas. Como no dejó de tenerlo hasta hace muy poco el ex presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, hoy también en el banquillo. Recordemos los elogios dirigidos hasta ayer por Mariano Rajoy a Jaume Matas. Ambos ex presidentes –el de Baleares y el de Valencia– gozaron durante un tiempo del respaldo de Rajoy, necesitado de ellos para conseguir amplias mayorías en la oposición, hasta que se convirtieron en un gran obstáculo en el camino hacia la Moncloa. También el precursor de Matas, Gabriel Cañellas, tuvo que dimitir en 1996, por los casos Soller y Calvià, cuando el presidente del PP, José María Aznar, temió que el escándalo amenazara su primer asalto a la presidencia del Gobierno. Hoy Jaume Matas, ex presidente del Govern balear, teme convertirse en el tercer ex ministro juzgado y condenado, tras José Barrionuevo, ex ministro de Justicia, y José Luis Corcuera, ex ministro del Interior. Y recela que caiga sobre él una primera pena de ocho años y medio de cárcel y 23 años de inhabilitación, a la espera de otros juicios.





Jaume Matas, llegando a la Audiencia.





En este teatro de operaciones ubicado en Mallorca, muchos de los que un día apoyaron al entonces presidente, Jaume Matas, declaran hoy en su contra, apostatando de él y descargando sobre el antiguo líder del PP toda la responsabilidad de lo sucedido. “Apoyamos a Jaime –explicaba hace unos días Miquel Fluxá, dueño de Iberostar en el ‘Diario de Mallorca’– porque pensábamos que era un buen gestor y un hombre honesto pero, cuando comenzamos a escuchar cosas raras, no volvimos a acercanos a él, ni él a nosotros. Podemos equivocarnos, pero no somos chorizos”. La Fiscalía sostiene que Matas y Alemany acordaron, tras las elecciones autonómicas de 2003, que el periodista elaborase los discursos e intervenciones públicas del político, cuando todavía no podía pagarle con fondos públicos porque no había accedido al poder. “El expresident determinó retribuirle de tapadillo para que pudiera seguir escribiendo en los medios de comunicación de la isla –aparentando una imagen de independencia– y acceder a las subvenciones de la Comunidad Autónoma. El Ministerio Público relata que Jaume Matas se reunió en su despacho del Consolat de la Mar con el publicista Miguel Romero, quien se encargaba de las campañas del PP. En aquel encuentro el expresident habría explicado a Romero que convocaría un concurso al que su empresa, Nimbus, tenía que presentarse. Nimbus ganó y, previo cobro de una comisión del 5%, se encargó presuntamente de la remuneración de Alemany (unos 4.600 euros al mes)”. Más tarde llegaron las suculentas subvenciones a la Agencia Balear de Noticias S.L, propiedad de Alemany. En opinión de la Fiscalía, las ayudas se emplearon para pagar a los empleados del periódico digital de Alemany.





Jaume Matas (derecha), sentado en el banquillo, junto a Antonio Alemany (izquierda).





Con cara risueña y tono mayestático de triunfador nato, Alemany niega todos los cargos. Asegura que la acusación contra él y contra el expresidente del Govern “no se tienen en pie”. En declaraciones a los periodistas, expresa la “convicción total” de que saldrá absuelto y critica al juez instructor, José Castro, y a los fiscales Anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach, a los que tilda de “mediáticos” en un “juicio político”. De hecho, insinúa que éstos son responsables de las filtraciones del sumario que han propiciado los “juicios paralelos” contra él y contra Matas, a quien, “sin ser todavía sentenciado, se le ha quitado su vivienda” y se le ha causado un grave “daño al honor” que “alguien” tendrá que “reparar”. “He sido un periodista rabiosamente independiente –insiste en medio de un murmullo que se alza en la sala de prensa– y nunca he escrito al dictado de nadie”. La fiscalía solicita cuatro años de prisión por delito de malversación continuada, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil. Además de un año y seis meses de prisión e inhabilitación especial para empleo y cargo público durante ocho años por el delito de fraude a la administración.





Una de las acusaciones que pesan sobre el periodista es la creación ad hoc de la Agencia Balear de Noticias (ABN), medio que habría puesto en marcha de forma expresa para poder optar a una subvención de 449.734 euros del Govern balear y que hizo servir además para impulsar un periódico digital Libertad Balear, afín a la actuación del PP. De forma tajante se refiere a ello la Fiscalía, que postula que tras todo este entramado, “lo que se ocultaba no era más que utilizar fondos públicos para un fin puramente particular: la creación y desarrollo de una actividad mercantil que beneficiase económicamente a Alemany, a la vez que le suponía a Matas contar con un medio periodístico para su ensalzamiento personal”. El fiscal le pide que aclare si firmaba artículos en los que glosaba las alocuciones de Matas escritas por él mismo. Alemany contesta que la cifra de palabras dedicadas a loar las intervenciones públicas del presidente fue mínima. El juez Castro acusa al periodista de aceptar cobrar a través de Nimbus por los discursos que escribía para Matas con objeto de eludir la incompatibilidad de recibir un sueldo y cobrar subvenciones de una misma Administración. Alemany crea con dineros del Gobierno balear algunos diarios digitales. Escribe sus columnas en la edición balear de “El Mundo”, donde desgrana encendidos elogios sobre la calidad de los discursos de Matas. El periodista no parece preocuparle demasiado la petición de pena. Y, desde la altura, mira, sonriente, sin rubor por haberse elogiado a sí mismo, y expresa la “convicción total” de que saldrá, de este juicio, absuelto.





Dulce Linares.




Desde sus puestos en el Govern autonómico, Dulce Linares y María Umbert, exjefas de gabinete del expresidente Jaume Matas, y Joan Martorell, director de Comunicación de Matas, se habrían encargado de asear el expediente administrativo. María Umbert, nombrada luego por Matas directora de la radiotelevisión autonómica, avala la “calidad literaria” y el “calado político” de los discursos que escribía Antonio Alemany al expresidente balear. Dulce Linares matiza que la contratación de Alemany fue “ordenada” por el ex presidente, de quien sospecha también que puso en marcha el concurso ficticio para pagar a Alemany. Ambas aseguran desconocer que el concurso ocultaba la contratación de Alemany. “Si lo hubiera sabido –asegura Linares– lo hubiera parado; soy funcionaria y no me voy a jugar la carrera en esto”. El concurso versaba sobre la imagen pública del Govern y recoge la elaboración de varios estudios sobre el impacto de sus campañas y políticas, unos informes que Linares asegura que nunca vio. En su declaración ante la Fiscalía aporta la clave para entender por qué el Govern del archipiélago pagó 2,3 millones de euros al Instituto Nóos por organizar, en 2005 y 2006, dos minicumbres turístico-deportivas. Según versión de Linares, esa clave se llama Iñaki Urdangarin.





Matas e Urdangarín se entendieron perfectamente.





Tras estas declaraciones, el juez aprieta las tuercas. Linares dice que el precio del primer convenio (1,2 millones) “fue impuesto desde el Instituto Nóos” y que el segundo convenio (1,1 millones) se firmó en septiembre de 2006 porque, pese a que el duque ya había dimitido como presidente de la ONG en una reunión celebrada seis meses antes e inscrita en junio, “todo el mundo pensaba que Iñaki Urdangarin seguía ligado de alguna manera” a esa asociación. “Si no hubiera sido así, el segundo convenio no se habría firmado”, apostilla la ex alto cargo. El relato de Linares y el de José Luis “Pepote” Ballester, ex director general de Deportes, coinciden en lo sustancial: fue el aristócrata consorte quien propuso celebrar esas carísimas cumbres y fue Jaume Matas quien ordenó que se hicieran; fue la asociación la que elevó un presupuesto aceptado sin discusión; y fue el dedo el método utilizado para adjudicar el encargo bajo el ropaje del convenio con entidad sin ánimo de lucro. El Instituto Nóos acabó pagando a las empresas de sus dos máximos directivos Urdangarin y su socio, Diego Torres, una cantidad idéntica a la obtenida de la Generalitat valenciana y el Govern balear, 5,8 millones. Tanto Dulce Linares como Pepote Ballester, el antiguo amigo de Urdangarin que ha terminado por delatar sus manejos mercantiles, subrayaron el incondicional apoyo ofrecido por Matas al duque en sus planes altruista-mercantiles. Ballester evocó una conversación con Matas y entrecomilló las palabras del expresident: “He estado con Iñaki Urdangarin y me ha propuesto realizar un evento con el deporte y el turismo en Mallorca”. Aquello ocurrió “a finales de 2004 o comienzos de 2005”. A partir de ahí, todo fue sobre ruedas. Y en julio se firmó el primer convenio. ¿Se planteó en algún momento la opción de pedir más ofertas? “En ningún caso”, responde Linares.





Cada mañana, Matas es recibido con gritos a la entrada de la Audiencia.




Sin mediar palabra, y con una severa expresión reflejada en su rostro, el expresident del Govern balear, Jaume Matas, es recibido cada mañana en la entrada de la Audiencia Provincial, por una treintena de ciudadanos que le gritan “ladrón” y “chorizo” y le exigen “¡Devuelve el dinero!”. Los concentrados cuelgan carteles con frases como “Cinco millones de parados, devuelve lo robado al pueblo” o “Familias con hijos los echan de sus casas y tú de lujo con el dinero robado al pueblo” o “¡Viva la Pepa, mi querida España!”. Después de tal recibimiento, se sienta en el banquillo de los acusados y escucha los testigos a favor, casi ninguno, y en contra, la mayoría. Matas niega todo el tiempo su vinculación en los hechos denunciados. Mantiene esa posición a lo largo de su esperada declaración tras el interrogatorio de otros acusados. Manifiesta que su pretensión durante su última legislatura al frente del Govern (2003-2007) fue únicamente contar con la colaboración de Alemany para que le redactase sus intervenciones y que desconocía de qué forma había sido tramitada su contratación. La magistrada, Margarita Beltrán, no convencida con los argumentos ofrecidos por el expresident, le hace admitir, en el último momento, que sí participó en la decisión tomada sobre los pagos al periodista. “El problema en torno a la forma de retribuir a Alemany – revela involuntariamente–, “lo habíamos solucionado”. Afirmación que le involucra en la presunta trama urdida para beneficiar ilegalmente al conocido articulista balear. Matas asegura “no recordar ni haber visto el concurso” y, hablando de sí mismo en tercera persona, como si aún estuviese al frente del Govern, afirma que “el presidente no recuerda el concurso, no fue competencia ni obra suya”, a pesar de que considera “muy probable” que el entonces director general de Comunicación, Joan Martorell, le “pidiera el visto bueno” en caso de que le “trasladase la necesidad de contratar este servicio de asesoría. Pero –puntualiza enseguida– no recuerdo que me lo pidiera”. Matas dice no saber cómo se retribuyó al periodista Antonio Alemany porque “el presidente no se dedica a estos temas”.





Rosa Estarás, quien fuera exvicepresidenta del Gobierno balear de Jaume Matas entre 303 y 2007 y actual eurodiputada del PP, declara como testigo y acusa a Matas de ser el único responsable de lo sucedido. Dice que Jaume Matas autorizó la celebración de un concurso público que supuestamente encubría los pagos al periodista que le escribía los discursos. “La tónica normal –dice Estarás– es que la tramitación de este contrato tenga el consentimiento del presidente y todos pensábamos que tenía este consentimiento”. Estarás asegura desconocer lo que ocurrió con este caso: “Yo ni entro, ni salgo, ni participo, ni impulso, ni estoy, ni nada”. Niega las declaraciones de Matas que, en su declaración como imputado, señalaba que la exvicepresidenta era “su garante y tenía responsabilidad orgánica”. Estarás explica que “sólo corroboraba lo que habían avalado los servicios técnicos” y afirma no saber si Nimbus sirvió de pantalla para pagar a Alemany, pero “si eso fuera cierto, la única conexión que habría sería con el presidente”. En relación a si conocía al periodista, Estarás explica que “en cuatro años nunca me reuní con él”. El juicio continúa su curso con un Jaume Matas sentado en el banquillo, preocupado y desorientado ante tanta falta de colaboración y de traición. Un ex honorable en apuros.





Las escobillas de Matas





El 25 de enero se subastarán en el juzgado –a instancias del Banco de Valencia– las tres fincas inmobiliarias que Juame Matas aportó para garantizar un préstamo hipotecario de tres millones con el fin de poder depositar la fianza que el juez José Castro le impuso para no entrar en la cárcel. Entre los bienes del palacete de Matas que saldrán a puja está la principal vivienda que posee en el centro histórico de Palma, en la que se encontró una escobilla de diseño para el retrete, marca Lulú: de 375 euros. ¿Cómo es este escobillero de retrete de 319 euros, más IVA? Aquí lo tienen: el auténtico, el genuino, el mítico modelo que limpiaba la mierda de Jaume Matas en su “modesto” palacete de Mallorca. Ni siquiera es el modelo más caro. Hay otro escobillero de la misma línea que sale por 635 euros. Para que luego le llamen derrochador. Otros objetos a subastar, según cuenta Ignacio Escolar en el artículo “Jaume Matas no tiene precio”: ocho televisores de Bang & Olufsen, por 40.000; pareja de sofás Cassina en ocre, butaca Capellini, espejo de Philippe Starck y otros muebles valorados en 44.699; sistema de control de iluminación Lutron, de 7.151 euros; siete teléfonos inalámbricos de BeoCom que la policía le pincha cuando su cuñado le dice que teme que su supuesto testaferro les deje “con el culo al aire”, de 4.061. El mismo palacete está valorado en 2,47 millones de euros. Las obras de rehabilitación de los 657 metros cuadrados del edificio, costaron 1.300.000 euros. El piso de lujo en Madrid a nombre de un amiguete, el del “culo al aire”, que luego se lo alquila por 1.500 euros de nada, en 1.200.000. El apartamento a nombre de su madre, la única octogenaria del mundo a la que un banco le concede una hipoteca cuya letra mensual duplica lo que cobra de pensión: 200.000. Cortinas y telas varias: 38.760. Anillo de oro de 18 kilates: 5.000. Reloj de señora Cartier, modelo Tank Allongée: 12.894. Rolex Daytona con bisel de diamantes y estela de nácar: 23.000. Otros dos relojes guardados en la caja fuerte del piso de Madrid: 25.000. Vajilla y complementos para el baño y la cocina: 100.000. Cerca de un centenar de bolsos de las mejores marcas, 150 trajes, 50 pares de zapatos… El patrimonio familiar de Matas, antes de llegar a la presidencia del Govern balear, era de 152.805 euros. El matrimonio gastó cuatro millones de euros en cinco años, la mayoría en billetes de 500 de origen desconocido, con un sueldo anual de 84.000 euros. ¿Cómo diablos lo hizo?





Con la elección de José Ramón Bauzá, el PP quiso enterrar los años de Jaume Matas al frente del archipiélago, olvidándose de él en la alejada América, en donde también fue “exiliado” Urdangarin. Pero hubo un tiempo en que el honorable era el ejemplo y modelo a seguir por todos. De hecho, Rajoy alabó repetida y públicamente la gestión del expresident y las hemerotecas están plagadas de auténticas ‘perlas':
- “Es un brillante defensor de los intereses de Baleares que cumplirá con sus objetivos” (18/06/1996)
- “La asistencia a la toma de posesión de Jaume Matas supone para mí un sincero motivo de satisfacción” (27/03/2003)
- “Jaume Matas es un amigo [...]. Tiene personalidad, coraje, determinación y valentía” (09/05/2003)
- “Vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares”. (27/11/2004)
- “Si se demuestra que alguien no ha hecho las cosas bien, que no siga en política”. (24/03/2010)
- “Aceptamos [la baja de Matas]. Le deseamos lo mejor, que se defienda y, si puede, demuestre su inocencia” (29/03/2010)





Igualmente, Rajoy mostró en varias ocasiones su respaldo al entonces presidente valenciano, Francisco Camps, que hoy se sienta también en el banquillo de los acusados.
- “Es un extraordinario dirigente, un político honrado que está en indefensión porque no sabe si se le acusa de algo [...]. Tiene mi pleno apoyo” (16/03/2009)
- “Es una persona honrada y lo de los trajes no me lo creo”. (23/04/2009)
- “Somos parecidos; sé cómo es su mujer, conozco a sus hijos, y puedo decir que es una persona honrada”. (26/03/2009)
- “[A Camps] Yo creo en ti. Y estaré detrás de ti, delante o al lado, me da igual”. (02/06/2009)
La última vez que lo hizo fue en la campaña del 22-M: “Paco, eres un gran presidente. Lo han dicho los valencianos y lo van a volver a decir”, le dijo. Fue la última vez que el actual presidente del Gobierno le dedicó un elogio.





“Valencia –escribe Ignacio Escolar en escolar.net– no sólo es la primera comunidad autónoma de la historia cuyo presidente será juzgado ante un jurado popular, acusado de aceptar sobornos. También es la autonomía más endeudada: debe el 17,2% de su PIB, 17.600 millones de euros. O la región europea con la entidad financiera que peor nota ha sacado en los test de estrés de la banca, sólo por detrás de Grecia. Hablo de la Caja Mediterráneo, la CAM, que ha suspendido este último examen con un 3. Sólo el ATEbank griego tiene una nota peor”. A la hora de buscar culpables de la delicada situación de la CAM, conviene recordar que esta caja, que tanto depende del poder político regional, no sólo ha comprado parte de los bonos que emite la comunidad para financiar su deuda, sino que también ha pagado faraónicos proyectos de la Generalitat Valenciana, como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el ruinoso parque Terra Mítica. Aunque el mayor agujero de la CAM está en el ladrillo feroz. En 2009, el Parlamento Europeo aprobó una dura resolución, el informe Auken, que describía el urbanismo valenciano como una ‘forma endémica de corrupción’ que ha creado un modelo de desarrollo movido por ‘la avaricia y la conducta especulativa de algunas autoridades locales y miembros del sector de la construcción’. Cuando la burbuja estalló, las dos cajas valencianas, CAM y Bancaja, pagaron gran parte de los platos rotos en Seseña, en Martinsa Fadesa, en Polaris World o en Astroc. Entre los exdirectivos de Astroc, hay un nombre que resalta rutilante sobre los demás: Estrella Camps, hermana de Francisco Camps. Evitar la quiebra de la CAM nos va a costar a los españoles 2.800 millones de euros del fondo de rescate. Es el doble de lo que se ahorró al congelar las pensiones. Tres o cuatro trajes, nada más”.






Los fotógrafos que cubren las sesiones del Congreso de los diputados han dejado estas perlas gráficas de Rajoy como aviso a los que quieren censurar su trabajo en los plenos. Los fotógrafos están en desacuerdo con las nuevas normas dictadas por la presidencia. Unas normas que señalan que los periodistas gráficos que difundan imágenes de los móviles, papeles o anotaciones de los diputados (aunque no vulneren su intimidad) perderán la acreditación para seguir entrando en el Congreso y serán expulsados de los plenos. Los fotógrafos contestaron que no están dispuestos a trabajar bajo amenazas, ni a aplicar la autocensura. Y advierten que seguirán trabajando “como hasta ahora” pese a la nueva normativa. Y para que quede constancia, difunden estas fotografías de Rajoy en las que no sale muy favorecido. A los políticos, en general, les molestan las preguntas. Pero, ahora, a los del PP tampoco les gusta que les saquen fotos cuando están desprevenidos. Que es una manera de decir que, cuando no parecen guapos e inteligentes, no quieren fotos.






Y ya que estamos en estos lares humorísticos, damos paso a Manel Fontdevila con: El náufrago, Prioridades, Lo nuestro, La pregunta y Todos menos uno.









Territorio Vergara nos recuerda a: Jaume Matas, El decreto contra el déficit, La herencia, Chacón y Rubalcaba y La cara.









Y Pep Roig nos muestra, para terminar, El superavit español, ¡No te da vergüenza!, La culpa de los otros, Donde dije Diego… y El hombre invisible existe y recorta.









Nos despedimos con este vídeo del juicio a Matas:


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