viernes, 25 de enero de 2013

Un país mediocre.

Antonio Fraguas de Pablos –dice un blog que acabo de recibir– ha definido este país como el triunfo de los mediocres. Su razonamiento se basa en los siguientes puntos:

- Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.
- Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo…
- Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional necesita la motivación de algún éxito deportivo.


Sin embargo, dicho artículo, que ha sido igualmente atribuido a Juan José Millas, a Vagas Llosa, a un anónimo “pero brillante” profesor de universidad, no es de ninguno de ellos, sino de David Jiménez que, el pasado 25 de julio, escribía en su blog (davidjimenezblog.com) “El artículo que creí haber escrito”: “El texto se ha copiado, firmado a otros y reproducido sin cita tan a menudo que algunos lectores me escriben cabreados para denunciar lo que consideran un plagio, exigiendo que deje de atribuirme lo que es mío. Estoy por hacerles caso y confesar, aunque solo sea por terminar con los desmentidos.

“El artículo en cuestión fue publicado originariamente en esta página en febrero de 2012, pero revive ahora, tras haberse consolidado la más improbable de las autorías alternativas, pues sabido es que Forges es humorista gráfico y no columnista. Por supuesto Forges nada tiene que ver con el hecho de que el Triunfo de los Mediocres haya pasado a ser de su propiedad e incluso se ha confesado harto de negar su autoría. En todo caso, renuncio a averiguar el origen del malentendido, porque Internet me abruma. Tampoco dispongo de las energías para hacer frente a los vampiros digitales, que me superan en número y determinación. Menos aún por un artículo cuya popularidad –solo en este blog va por las 160.000 visitas– me resulta incomprensible, pues solo contiene obviedades. Entre ellas, que nuestra crisis es mucho más que económica y que vivimos en una sociedad que fomenta la mediocridad, donde ‘la creatividad es marginada, cuando no robada impunemente’. Supongo que Forges estará de acuerdo” .

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un hecho cierto, aquï tenemos los mejores diagnosticadores de problemas. Tenemos incluso una casta privilegiada de diagnosticadores que se pelean por la autoría de sus diagnósticos, en un ejercicio claro de mezquina mediocridad, como si el mero hecho de reflejar algo por escrito otorgara el ansiado halo sagrado de la intelectualidad indeleble. Nuestra España caótica es un problema en si mismo, vertebrado a su vez en infinidad de problemas. Tantos como las ramificaciones de un brocoli. Esto ya lo sabemos. Y de el mal el menos, que de momento no parece oírse ruido de sables. La mediocridad como causa primera y a estas alturas, no es un hallazgo que explique nuestros males, pero ¿Hay alguien ahí que aporte soluciones? ¿dónde están los solucionadores de los problemas...? Sería de agradecer a los verdaderos intelectuales, que dieran un pasito más, aparte de ofrecernos sus maravillosos diagnósticos sobre los que les pasa a los otros.

Anónimo dijo...

En la línea del escrito va esta canción de Los Transeúntes, aunque en un tono más suave...

https://www.youtube.com/watch?v=cAX2TPFP0yQ

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo. Todavía recuerdo cuando había programas didácticos en la televisión, entrevistas de gente que tenía algo que decir y estaba preparada, la radio educaba y resultaba un placer escuchar programas culturales.... y todo eso cuando las generaciones no eran las "mejor preparadas". No será que en España siempre ha habido gente muy bien preparada? Muchos de ellos tienen más de 80 años y otros rondan los 30 pero..... esos nunca salen en los medios o son los explotados de la sociedad como bien dice el artículo. Simplemente exacto. Lástima que muy poca gente lo diga y todavía muchos menos hagan algo por cambiarlo.