jueves, 22 de enero de 2015

España y Letonia lideran la desigualdad en Europa.

Al menos 40 jefes de Estado y más de 2.500 altos ejecutivos se trasladan hoy a Davos, donde aterrizarán unos 1.700 aviones privados. De España asisten 19 personas.  

Todos los años se celebra el Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos para tratar los principales problemas económicos del mundo. En él participan líderes políticos y personalidades relevantes de la economía y la actualidad para analizar los principales problemas del mundo. La edición de este año tiene lugar entre hoy y el próximo sábado. “Recientemente –recuerda José María Vera, director general de Oxfam– todos los partidos políticos de la oposición se comprometieron públicamente con la iniciativa de Oxfam Intermón por unos Presupuestos Generales del Estado de la Equidad. Esperamos que este compromiso se plasme en sus programas electorales”, pide Vera. Entre otros, abordará asuntos como la brecha entre ricos y pobres, la pobreza en el mundo y cuestiones relacionadas con la igualdad de género y la incorporación de la mujer al mundo de los negocios. De España asisten 19 personas, entre ellas la presidenta del Santander, Ana Botín, el presidente del BBVA, Francisco González o el presidente del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián.

Intermón Oxfam ha asegurado que España es “el segundo país más desigual de Europa, tan solo por detrás de Letonia”. Y ha señalado que cuenta con el sistema fiscal “menos efectivo” para reducir el problema. “El 1 por ciento de la población española –explica un comunicado de Oxfam– concentra más riqueza que el 70 más pobre. Las políticas actuales refuerzan esta concentración de riqueza en manos de unos pocos”. “El conocimiento de que el 1 % de españoles acapara el 70 % de la riqueza nacional me ha dejado grogui –escribe Arturo González bajo el título “La indecencia de sentirse orgullosos de ser españoles”, en Público.es–. España es un escándalo. Es el país de la Unión Europea con mayor desigualdad, solamente superada por Letonia. Toda la parafernalia y propaganda que electoralmente nos cuenten carece de relevancia ante esta realidad que nos descalifica tanto a nosotros como ciudadanos votantes como a los partidos causantes. La vergüenza, y la tristeza, residen en esta situación social inmoral y abyecta. Nada que ver con el esfuerzo ni las posibilidades de participar en condiciones de igualdad. No es justo, es obsceno y humillante. Intentémoslo para mitigar la tristeza. No ha habido un hecho, una constatación más antidemocrática y lastimosa durante los últimos 40 años. Porque, además esta concentración descomunal de riqueza en el 1%,  también está brutalmente repartida: algunos, bastantes, muchos, no tienen nada”.

Oxfam  concluye que el 1% más rico de la población mundial tendrá más dinero que el 99% restante en 2016. Oxfam pide a los partidos políticos de los países más desarrollados que sus programas electorales incorporen medidas para combatir la desigualdad, ya que aseguran que está lastrando la lucha contra el hambre, como preámbulo de la reunión del Foro Económico Mundial. Y reclama que los políticos empiecen a “redistribuir la riqueza en forma de inversión en servicios sociales básicos y políticas públicas que benefician a los más vulnerables”.

“Este último año –insiste Winnie Byanyima, directora adjunta de Oxfam– hemos visto cómo líderes mundiales de la talla de Barack Obama o de Christine Lagarde han hablado sobre la necesidad de combatir la desigualdad extrema, pero aún estamos esperando a que muchos de ellos prediquen con el ejemplo. Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los intereses creados que impiden lograr un mundo más justo y próspero”. Para esta organización internacional, la creciente desigualdad dentro de los países desarrollados está retrasando las ayudas para las regiones más pobres del mundo. Una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de 1.000 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día.


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