sábado, 7 de octubre de 2017

Teresa Rodríguez, parlamentaria andaluza: “¡Déjenme cobrar menos!”

Teresa Rodríguez, portavoz andaluz del Grupo Podemos , quiere cobrar menos.

Después de tres rechazos en tres plenos consecutivos, el pasado miércoles “Podemos” lograba llevar al Parlamento andaluz su polémica reforma del reglamento que, bajo el sobrenombre de “Privilegios cero”, plantea no aumentar ni mantener las dietas sino recortarlas y justificarlas, reducir las cesantías (indemnización cobrada tras abandonar el cargo) y obliga a cobrarlas por las horas de trabajo en sede parlamentaria. Una proposición de ley que generó generó mucha controversia y un apasionante cruce de acusaciones sobre si los políticos andaluces trabajan mucho o poco, si cobran demasiado para lo que hacen, si sus sueldos (3.000 euros brutos más dietas) están muy por encima del salario medio andaluz (1.400 euros) y si todo esto provoca la desafección por la política.

El Parlamento andaluz es la Cámara autonómica que menos le cuesta a sus ciudadanos: cuatro euros por cada andaluz, mientras que en el extremo superior de la tabla están los navarros, que pagan 20 euros por cabeza. Sus 109 diputados tienen un salario base de 3.050,49 euros mensuales, al que suman unos complementos para gastos de manutención, alojamiento y desplazamientos.  La formación morada emprendió una cruzada contra estos pluses, que no tributan ni cotizan (no tienen retenciones en el IRPF), ni vienen reflejados en sus retribuciones, ni tienen que justificarse. Son las dietas que Teresa Rodríguez tilda de “sobresueldos” y absorben un total de 144.000 euros al mes del presupuesto de la Cámara. “Ustedes –gritó la gaditana desde el atril– hace demasiado que no salen a la calle. Hay que mirar a la gente que cobra 500 euros al mes y explicarles que nosotros recibimos 500 euros a la semana para gastos sin necesidad de justificar un euro”.

El grado de crispación al hablar de los emolumentos puso a los diputados tensos. La propuesta de Podemos recibió una cascada de palabras gruesas: “Esto es ensuciar la política”, “es pura teatralidad”, “es populismo”, “tratan de denigrar las instituciones”, “es una desfachatez”, “es cinismo”, “busca envilecer la vida en el Parlamento”, “es una profunda hipocresía”, “ponen a los pies de los caballos a los diputados, incluido a los suyos”... Podemos no logró remover conciencias dentro del hemiciclo, pero sí agitó los nervios en la bancada del PSOE, del PP, de Ciudadanos e incluso de IU, que al final apoyó la reforma, pese a considerarla “algo desenfocada” porque, dijo su diputado, José Antonio Castro, “nos hace parecer iguales a todos los políticos”. Y el Parlamentó votó mayoritariamente en contra de la toma en consideración de la propuesta, con los votos en contra de todos los partidos, y dos abstenciones dentro de la formación morada: 89 noes, 19 síes.

El choque más bronco del debate, fue entre Rodríguez, de Podemos y la portavoz socialista, Ángeles Ferriz, quien acusó a la gaditana de “cobrar más que la presidenta Susana Díaz, aunque ella trabaja 200 veces más que usted”. Rodríguez se mostró visiblemente indignada y le replicó con el grito: “¡Si es verdad que yo cobro mucho, aprueben nuestra propuesta y déjenme cobrar menos!”. Los socialistas encendieron los ánimos de la bandada morada al denunciar que el abaratamiento de los sueldos de los diputados haría que sólo pudiesen dedicarse a la política “los funcionarios o quienes se lo puedan, que es algo que ya propuso Dolores de Cospedal en Castilla La Mancha”.

 

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